miércoles, 9 de noviembre de 2016

Pon un becario en tu vida





¡¡Buenos días!!

Hoy le toca el turno a la sección de odisea en la oficina, que ya la tenía un poco en el olvido, y en concreto te hablo sobre los becarios, esas personillas (desde el cariño, que nadie se ofenda) que solo intentan caer bien y encajar en el puesto que se les ha asignado, aunque hay un poco de todo…

Si alguna vez has tenido algún becario en tu trabajo, o has sido uno de ellos, sabrás que no es fácil que haya un becario. Muchas veces (la mayoría), al menos en empresas pequeñas, no se sabe muy bien qué tareas asignarle, ya que asignar alguna tarea a alguien recién llegado y que va a estar poco tiempo supone invertir tiempo en enseñarle (un tiempo que casi nadie tiene), responder a sus dudas (que suelen ser muchas), revisar lo que ha hecho (porque más vale no fiarse de lo que ha hecho alguien inexperto), cambiar lo que esté mal (casi todo, desde el cariño), explicarle lo que ha hecho mal (y que lo entienda) y advertirle que la próxima vez se anote los pasos a seguir (para que no te moleste demasiado) y los siga (que no sea cabezón y que lo haga como tú le has dicho). Esto estresa mucho. Y además cuando ya lo aprende, se le acaban las prácticas y se va.

¿Solución? Que no la más acertada, suele ser mandarle algo sin importancia. Está claro que todo el mundo tiene derecho a aprender el oficio, todos hemos sido inexpertos y es necesario que algún alma caritativa te enseñe algunas de las cosas de tu puesto, porque por mucho que hayas estudiado, no lo sabes todo. Pero la realidad es que no todo el mundo está dispuesto a ser el maestro de alguien, o simplemente no tiene tiempo de ponerse a enseñar. De ahí lo de “trae los cafés”.

Pero hablando más en serio, todo el mundo tiene el derecho de aprender, de tener una oportunidad para entrar en el mercado laboral y no debemos olvidar que todos fuimos nuevos alguna vez, becarios o no.

Por otro lado está el becario que sí va a pasar el rato y a terminar cuanto antes las prácticas para tener el título, ese sí que es una carga. Seguro que conoces algún caso. Que por mucho que le expliques no se molesta en entenderte, o que incluso llega a decirte que esa no debería ser su labor. Se pensarán que después en el mundo laboral no tendrán que hacer nunca algo que no va con su trabajo…, ilusos.

Si alguna empresa no dispone de tiempo o personal para dar labores al becario, y de enseñarle, mejor que no lo acepte. Ser becario no significa pasar el rato. En realidad es una oportunidad de unos meses para iniciarse en el mundo laboral, porque, como ya he dicho, muchas cosas no se aprenden en las clases.

Si eres becario o has tenido alguno, anímate y cuenta tu experiencia.

Un saludo y hasta la próxima.

Nuria
Transmite medio ambiente

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